Seguramente muchas personas no sepan por qué dedicarle un post al Día Mundial de la Seguridad y la Salud. Nada tiene de extraño, entre otras cosas porque es posible que estemos saturados de fechas.
Podemos tener la sensación de que cada día está dedicado a una o varias causas. Eso sin contar las fechas que, por nuestro bienestar social y emocional, no debemos olvidar como cumpleaños de familiares, amigos o conocidos, aniversarios de distinta índole, citas, reuniones y demás.
¿Qué tiene de especial el 28 de abril?
Pues bien, el próximo 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo. Este año, coincidiendo con el centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se quiere hacer balance de 100 años en los que la Organización ha trabajado para mejorar la seguridad y salud en el trabajo.
Es necesario mirar hacia el futuro para continuar con estos esfuerzos a través de los importantes cambios que se están produciendo en ámbitos como la tecnología, la demografía, la organización del trabajo y el cambio climático.
“No solo han cambiado las condiciones de trabajo a lo largo del tiempo, también lo ha hecho la naturaleza misma de los riesgos para la seguridad y la salud.” Guy Ryder. Director General de la OIT
“Y seguirán cambiado en el futuro. Con todos los cambios transformadores – tecnológicos, demográficos y medioambientales – que están configurando un nuevo mundo del trabajo, es más importante que nunca anticipar los nuevos y emergentes riesgos para la seguridad y la salud”, tal como ha afirmado Guy Ryder en la sesión plenaria estratégica de la “Semana de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de la Federación Rusa”.
Prevención de Riesgos Laborales en la empresa
Está claro que la prevención de riesgos laborales debe ser capaz de anticipar y adaptarse a lo cambiante del entorno laboral, identificar los nuevos retos y adelantarse a los riesgos que emergen, pero también debe aprovechar los constantes avances en pos de conseguir mayores niveles de seguridad y salud para las personas es sus trabajos.
Se incluyen entre los desafíos actuales y futuros los riesgos psicosociales, el estrés relacionado con el trabajo, así como las enfermedades no transmisibles.
Pero si importante es anticiparse a los cambios futuros, no se debe perder el enfoque en la realidad actual. No cabe duda que mucho se ha avanzado, sin embargo debemos mantener el afán en la mejora continua.
Pasado, presente y futuro en el Día de la seguridad y salud
Con independencia de lo que nos depare el futuro, en lo relativo a la seguridad y salud de las personas en su trabajo, hay algo innegable: el pasado, presente y futuro de la seguridad y salud real en el entorno de trabajo está estrechamente vinculado a la generación de una auténtica cultura preventiva y la integración de la prevención en el seno de la propia empresa.
Integración en todos los niveles jerárquicos de la misma:
- Contar con una Dirección comprometida en el hoy y el mañana de la organización y de las personas que la componen.
- Con una cadena de mandos capaces de trasladar la cultura de la prevención y no únicamente el cumplimiento formal. En contacto con sus colaboradores para identificar necesidades y oportunidades de mejora, motivarles a desarrollar conductas y hábitos seguros y saludables y liderando ellos mismos, con su ejemplo, dicho proyecto.
- Una base de personas que asuman los principios de la prevención en el día a día de su actividad laboral y que se conviertan, por interés real e implicación, en agentes activos de la prevención. Tanto con sus propias conductas, como con la identificación de situaciones de riesgo y la propuesta de mejoras del entorno y realización del trabajo.
Pero también una prevención de riesgos laborales integrada en el conjunto de las actividades de la empresa en los procesos, así:
- En la contratación de servicios, analizando las demandas de los trabajos a realizar, para garantizar el cumplimiento adecuado del compromiso adquirido y también, como no puede ser de otra forma, el cumplimiento seguro del mismo
- En la asignación de los trabajos a las personas, identificando aquellos perfiles no solo aptos para el desempeño de los mismos, sino también aquellos en sintonía a los valores y principios que conforman la cultura preventiva de la organización
- La parte operativa, recogiendo de manera clara, eficaz y aplicable, los procedimientos de seguridad necesarios para el desarrollo del trabajo de manera segura.
En este engranaje, una adecuada organización preventiva de la empresa se convierte en una pieza más, que debe ser capaz de colaborar y facilitar la labor del resto.
La suma de todos se convierte así, en la herramienta más poderosa para seguir avanzando en la construcción de un entorno seguro y saludable.
“No hay problema que no podamos resolver juntos, y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos.”
Lyndon Johnson