La primera definición de lo que es el movimiento okupa nos conduce a saber cuándo comenzó esta forma de vivir, de hacer uso de inmuebles sin consentimiento del dueño. La RAE lo define como:
“Acort. de ocupante, con k, letra que refleja una voluntad de transgresión de las normas ortográficas”.
- adj. jerg. Dicho de un movimiento radical: Que propugna la ocupación de viviendas o locales deshabitados.
- adj. jerg. Perteneciente o relativo al movimiento okupa.
- m. y f. jerg. Miembro de un grupo okupa.
En 1981, en la ciudad holandesa de Ámsterdam se contabilizaron 9.000 okupas, en el país desde 1965 hasta 1999 se registró el paradero de unas 50.000 personas que en algún momento habían okupado algún inmueble.No obstante, parece que hablar de okupas nos trae a un tiempo más próximo. Si bien la definición que la sociología le dio nos lleva a 1976, la realidad nos conduce al siglo pasado. Fue en aquellos años setenta cuando surge el término krakers para referirse a los okupas.
Aquí encontramos que en cada lugar en que se ha dado okupación, se ha creado un nombre. En Berlín, por ejemplo, adoptó el nombre de instandbesetzen, la composición de dos palabras que significan renovar y ocupar. A lo largo del tiempo, la concepción de la okupación ha ido variando.
Desde el “housing” británico de los años ochenta del pasado siglo, que era un movimiento provivienda, hasta una más reciente y más compleja definición de finales de los noventa que veía al movimiento okupa como un fenómeno de carácter mundial destinado a la redistribución de los recursos económicos, de forma eficiente e igualitaria.
Una de las curiosidades que se desprende de la ideología del carácter okupa es el tipo de edificios que ocupan:
- Buscan edificios concretos, desocupados, por supuesto, y que estén abandonados cuando no debiera ser así.
- Se tiende a okupar edificios que deberían cumplir una misión. Es el caso de hospitales, centros culturales o escuelas, por nombrar algunos, que han sido dejados a su suerte con destino al derrumbe. De esta manera, tomando un edificio que debía servir a la comunidad, los okupas ganan la batalla moral.
Alrededor de este movimiento han surgido multitud de espacios, desde bares de okupas, casas para mujeres, pasando por librerías especializadas o galerías de arte.
Si bien ya desde inicios del siglo XXI, distintas mafias y organizaciones de delincuencia se enmascaran en estos movimientos para un uso delincuencial y delictivo de los distintos activos vacíos que facilitan el movimiento de personas sin registro, narcopisos, gestión fraudulenta de inmuebles, negocios de venta ilegal de material, cableado y chatarra, etc… todo ello fuera del alcance y control de las distintas unidades y cuerpos policiales conllevando además un deterioro importante del patrimonio del titular del inmueble.
Al mismo tiempo con el surgimiento de la crisis económica del 2007 en adelante surgen plataformas cívicas y movimientos sociales defendiendo y dificultando la ejecución de los desahucios, generando un interés político en la defensa de distintos derechos bien del desalojado u okupa, bien del propietario, dándose en la actualidad distintas actuaciones según la gestión política desde los partidos políticos que gobiernan bien en ámbito local, autonómico o estatal, lo que dificulta en la mayoría de los casos una actuación coordinada y armonizada en la aplicación de las distintas legislaciones vigentes.
En ese estado de la okupación se enmarca una especialización de la seguridad privada en la protección de activos e inmuebles de los distintos actores y titulares de los mismos de la que Grupo Control es líder en gestión e innovación. Se desarrollan tipologías específicas de servicios tales como:
- Sistemas de alarma y control de activos sin uso pero protegidos con tecnología especifica.
- Servicios de vigilancia dinámica especializada.
- Reportes de vigilancia e inteligencia digital del fenómeno okupa.
- Servicios de vigilancia específicos con personal especializado en protección de activos.
- Desarrollo de tecnologías SPAA (Sistemas de Protección de Activos Avanzados).
- Desarrollo de distintos software específicos de control de activos
Una máxima de la okupación podría definirse como:
“Lo importante de todo es lanzar la piedra, aunque no tengas mucha fuerza en tus brazos, aunque la tosca no alcance a golpear a un policía, aunque los ciudadanos griten neuróticos en contra de los disturbios, aunque te llamen vándalo 10.000 veces, aunque una molotov pase tan cerca de tu rostro y se te quemen las pestañas, aunque sabes que las piedras no derribarán ningún castillo. Lo importante es lanzar la piedra, aunque no llegue a ningún objetivo, lo importante es que por un segundo te libraste de la enfermedad más extendida del siglo XXI: la obediencia”