Cuando hablamos de seguridad, cualquier precaución es poca. Por ello la instalación de rejas de seguridad como elemento de protección exterior es elegido por muchas personas hoy en día.

Las rejas son un sistema de seguridad para el hogar o negocio que ofrecen excelentes resultados cuando se trata de disuadir a los ladrones. Los accesos al hogar como ventanas y puertas son vulnerables a intrusiones no deseadas y por ello se deben instalar las medidas de seguridad adecuadas.

Un complemento de seguridad para las rejas y, que combina a la perfección con el objetivo antirrobo para el que están fabricadas es la alarma para ventanas de casa. Las rejas de seguridad son infranqueables pero en caso de que los delincuentes intenten vulnerar su efectividad, la alarma para ventanas avisará de inmediato de que algo no está funcionando como debería.

Además de rejas, para la seguridad en el hogar se opta por puertas blindadas, sistemas de alarmas interior y exterior, etc. Pero hoy vamos a centrarnos en los tipos de rejas de seguridad que existen y cómo refuerzan la seguridad en el hogar.

Tipos de rejas de seguridad

Las rejas de seguridad se pueden instalar tanto en ventanas como en puertas. Resulta necesario reforzar la seguridad en aquellas zonas del hogar que puedan servir como entrada para los delincuentes, no sólo las principales, sino también las puertas y ventanas del sótano, garaje, etc.

Ya hemos mencionado que la finalidad para la que se instalan las rejas es que el ladrón no pueda entrar a tu hogar, y no es de extrañar entonces que el material con el que se fabrican sea de hierro, forja, aluminio o acero.

Los principales tipos de rejas para la seguridad en el hogar son:

Rejas fijas. Se trata de la reja convencional. Se instala atornillada a la pared o mediante obra para aumentar su efectividad. Suelen estar fabricadas de hierro o forja y se sitúan en las zonas del hogar que necesitan más protección.
Rejas removibles. Se caracterizan por poderse quitar y mover fácilmente, sin necesidad de obras. Se pueden ajustar para cualquier tamaño de ventana y se colocan en zonas de más tránsito del hogar.
Rejas decorativas o rejillas. Son más usadas en negocios o establecimientos por su rúbrica de diamante que embellece la fachada. Están disponibles en diferentes materiales y estilos.
REJAS BANDIT. Se pueden colocar en horizontal o vertical, el material con el que están fabricadas es aluminio y se emplean para proteger ventanas deslizantes.

Existen dos tipos de rejas que, están fabricadas y pensadas para solucionar la preocupación que surge a las personas de quedarse atrapadas en caso de incendio. Hay que tener en cuenta que, para que la reja cumpla su objetivo, debe tener una cerradura que impida el acceso de los delincuentes a su hogar, por ello la llave debe estar siempre en un lugar de fácil acceso y localización.

Hablamos aquí de las rejas extensibles y abatibles.

Rejas extensibles. Son plegables, tienen forma de tijera, fáciles de manejar y se pueden integrar prácticamente en cualquier hueco. El material con el que se fabrican es en hierro galvanizado y lacado.
Rejas abatibles. Se instalan delante de la puerta o ventana principal. Está instalada a la pared mediante tornillos de seguridad y cuenta con bisagras que permite la movilidad de la pieza rígida que la forma. Se abren con más facilidad para el usuario.

Como has podido comprobar, existen gran cantidad de tipos de rejas de seguridad. Cada una de ellas adecuada a una zona o tipo de vivienda específica, para proteger el hogar sea del tipo que sea.

¿Puedo instalar rejas de seguridad en mi hogar?

Las rejas de seguridad para puertas y ventanas se pueden instalar en cualquier tipo de hogar en el que se quiera reforzar la seguridad.

Si bien existen ciertos tipos de vivienda, que por su estructura necesitan contar con rejas para evitar intrusiones no deseadas. Estos tipos de hogares son:

Chalets.
Dúplex.
Viviendas unifamiliares.
Fincas alejadas del centro urbano.
Áticos.

En cualquier caso, Grupo Control recomienda la instalación de rejas de seguridad en viviendas en las que el propietario no controla personalmente el acceso ya sea por vivir en una comunidad, o compartir acceso con otros vecinos, aquellas viviendas que cuentan con jardín exterior y amplios ventanales, etc.

Su seguridad es primordial, disuade a ladrones con rejas de seguridad y vive en calma.